Aunque la Ley 675 de 2001 no establece inhabilidades o incompatibilidades específicas, es conveniente considerar las amenazas y salvaguardas relacionadas con la familiaridad y los principios fundamentales de la contaduría pública.
La gestión adecuada de la renuncia de un contador público en una empresa involucra revisar el contrato, planificar el empalme de actividades y mantener una comunicación clara y respetuosa.